domingo, 29 de abril de 2012

La Huerta de la Compañía (San Fernando)



Estas interesantes ruinas, desconocidas hoy por muchos isleños, forman parte de un antiguo complejo de recreo que la sección gaditana de la Compañía de Jesús  ("Jesuitas") tenía en San Fernando junto a la actual carretera de Camposoto.

Los Jesuitas son una orden religiosa de la Iglesia católica fundada en 1540 por San Ignacio de Loyola y aprobada por el Papa Pablo III. Con cerca de 19.000 miembros, sacerdotes, estudiantes y hermanos, es la mayor orden religiosa masculina católica hoy en día. Su actividad se extiende a los campos educativo, social, intelectual, misionero y de medios de comunicación católicos (Fuente: Wikipedia).

El edificio, que se encuentra en un estado deplorable, fue construido seguramente a principios del siglo XVIII y su uso se prolongó durante varias décadas hasta que Carlos III expulsó a la orden de España allá por el año 1768. Desde entonces, fue cambiando de manos hasta pasar finalmente a formar parte del patrimonio del Obispado, a quien parece que pertenece hoy el inmueble.

La estructura se organiza en torno a un amplio patio de armas descubierto que constituye uno de los ejemplos más antiguos de arquitectura clásica isleña, cuyo estilo de viviendas se caracteriza también por orquestar las dependencias en torno un patio central. Tampoco faltan elementos útiles como el aljibe o decorativos, como las almenas, herencia de una época medieval donde su función era bien distinta. Restos de la solería original se agolpan por las esquinas mientras algunos fragmentos de vigas penden del techo atacados por la ley de la gravedad. Arcos de medio punto y dibujos difuminados en alguno de los muros son otros de los vestigios de la belleza con la que a buen seguro debió brillar la construcción en épocas pasadas.

Ante tal estado de abandono, la "Huerta de la Compañía" espera a ser rescatada de su olvido dadas las múltiples posibilidades que ofrece este bello enclave que mira de frente hacia la Bahía de Cádiz. Desde centro cultural a sede de alguna actividad dedicada al senderismo, el comercio o la hostelería, siempre y cuando dicha actividad sea compatible con la preservación de la arquitectura y su entorno medio ambiental.

Patio de armas en torno al cual se alinean las despendencias.


Una de las galerías laterales decoradas con arcos de medio punto.


La alberca.


Restos de lo que pudo ser un antiguo aljibe.


Acceso a las habitaciones con restos de dintel y arco de medio punto.


Detalle de dos de las almenas


Esta primera entrada se la dedico con cariño a mi amiga Manuela Infante, que con tanta paciencia me acompañó un caluroso día de verano a hacer las fotos que la ilustran.

1 comentario:

  1. Buenos días, por dónde accedieron para poder hacer las fotos, estoy interesado en realizar una sesión fotográfica de moda allí, gracias.

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